RELIGION SEMANA 28
EVIDENCIAS
DE APRENDIZAJES |
FECHA |
SEMANA |
Comprende
la obediencia como un valor de vida |
7-11
DE SEPTIEMBRE |
28 |
Lee con atención
¿Qué es la obediencia?
La obediencia es una
actitud responsable de colaboración y participación, importante para las buenas
relaciones, la convivencia y las tareas productivas. La acción de obedecer es
aquella en la que se acatan normas, órdenes, reglas y comportamientos.
La obediencia no se determina por el afecto,respeto,cariño
que puedas tener hacia la persona que autoriza, manda o pide, se limita en
realizar la tarea o cumplir el encargo que se te encomienda, sin pedir
nada a cambio. La obediencia es comportarse con responsabilidad y
consecuencia.
La obediencia debe tener control y regulación
de la conducta, de la asimilación de las reglas aprendiendo a controlar su
conducta y cumplir las reglas de manera consciente.
Tu
como niño debes tener en cuenta el obedecer a tus padres y profesores, teniendo
en cuenta tus obligaciones y deberes, acatando reglas básicas, tanto en la casa
como en la escuela.
Vas
a investigar y copias en el cuaderno:
¿Qué
es disciplina?
¿Qué
es conducta?
¿Qué
es desobedecer?
Lee
el siguiente cuento y anota en el cuaderno las circunstancias que hacen ver a
Asier una persona desobediente.
PERDIDO EN EL ESPACIO
Asier es un niño muy inteligente y creativo, pero
también bastante refunfuñón. A Asier le encanta llevar la contraria a todo el
mundo y hacer justo lo contrario de lo que le decían. Aunque últimamente se ha
moderado bastante, sobre todo después de lo que le pasó una vez que se perdió
en el espacio.
Por aquel
entonces, Asier vivía con su padre en una estación espacial. Un día, Asier
decidió demostrar que era lo suficientemente mayor e inteligente como para
salir al exterior con un traje de astronauta y ayudar a los mayores a hacer sus
experimentos.
Como no
conseguía que le dejaran salir, Asier decidió hacerlo por su cuenta. Pero
cuando fue a ponerse su traje, Asier descubrió que este no estaba. Y los demás
trajes eran demasiado grandes para él.
Asier sabía
que no podría salir al espacio con un traje demasiado grande, porque eso no era
seguro, así que buscó el suyo. Durante días, Asier estuvo poniendo patas arriba
el módulo donde vivía. Encontró de todo, pero de su traje no había ni rastro.
-Tendré que
adaptar un traje grande a mi tamaño -pensó Asier-. Ya verán estos de lo que soy
capaz.
Asier,
haciendo gala de su gran creatividad y capacidad para resolver problemas, se
las ingenió para adaptar el traje a su tamaño. Cuando estuvo listo, Asier ató
el cable que mantenía a los astronautas sujetos a la nave, por si acaso se iba
muy lejos, se puso la mochila con el oxígeno y los propulsores a la espalda y
salió de su módulo.
Cuando lo
vieron fuera, los demás astronautas se asustaron muchísimo.
-Vuelve
muchacho -le decían por los intercomunicadores.
Pero Asier,
al modificar el traje, había anulado los intercomunicadores, y no podía oír ni
comunicar nada.
Asier no le
dio importancia.
-Vaya, no
les oigo. Mejor así. De esta forma no tendré que escuchar cómo me regañan.
Pero lo que
los astronautas intentaban decirle a Asier es que se propulsara de nuevo hacia
la nave para evitar un pequeño meteorito que venía muy deprisa. Pero como Asier
no se enteró no pudo retirarse a tiempo, y el meteorito se llevó por delante el
cable que lo unía a la nave.
Al ser
cortado, el cable dio un latigazo que lanzó a Asier muy lejos.
Cuando
Asier se dio cuenta estaba dando vueltas sobre sí mismo y alejándose cada vez
más de la nave se asustó.
-Tengo que
mantener la calma -dijo Asier para sí-. Usaré los propulsores para
estabilizarme y luego volveré a la nave.
Después de
muchos intentos, Asier consiguió dejar de dar vueltas. Pero cuando se
estabilizó la nave había desaparecido de su vista.
Asier tenía mucho miedo. Decidió dejarse llevar por su instinto. Pero cuando intentó encender los propulsores estos no funcionaban. ¡Se habían quedado sin energía!
Asier se puso a llorar. Y así se pasó mucho tiempo, no sabe cuánto, hasta que alguien lo cogió por detrás.
- ¡Papá! Me has encontrado.
El padre de Asier lo enganchó con un cable a su traje y se lo llevó de vuelta.
-Espero que hayas aprendido la lección, hijo -le dijo su padre cuando entraron en el módulo.
-Sí, papá. Hay que hacer pis antes de salir de excursión al espacio -respondió Asier.
- ¡Asier…! -dijo su padre.
-Es broma,
papi. Es que llevo tanto tiempo fuera que solo puedo pensar en vaciar la
vejiga.
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